
Me desasosiega esta foto que recupero del periódico.
Descartado el intento de ahorcamiento, por la flacidez de la mano del presunto asesino; descartado un arrebato sodomía, pese a los ojitos del santo, por el ropaje, tan inadecuado; descartado un intento de ascensión a la chepa del apóstol, porque ninguno de los dos tiene edad para ese trote…
Dejémoslo en un mero jueguecito: cucu, tras; cucu, tras; cucu, tras.
¡Qué lindo! Tan contentos.
