Viajes con conductor

Habíamos hecho un viaje con Cabify en el que tuvimos la sensación de jugarnos la vida en cada intersección, en cada pequeño atasco y, sobre todo, en cada rotonda. A. no pudo evitar un comentario:

– Tengo la impresión de que usted no se lleva muy bien con el código de circulación…

Unos días después la experiencia resultó radicalmente distinto. El conductor, pulcro, pausado, amable, tenía el código muy interiorizado. Condujo con una seguridad admirable, sin prisa y, aunque a primera vista pareciera excesivamente locuaz, la seguridad que transmitía hizo posible que su conversación nos resultara tan sugerente como sosegada.

Supimos que lleva cinco años de taxista y que, antes, titulado en Empresariales, fue directivo de una empresa que le hizo responsable de relaciones con sus sucursales en el extranjero. Decidió dejar el puesto por estrés y buscó un lugar en un pequeño municipio donde vivir de otra manera. Consiguió una licencia, se ofreció a diferentes VTC y se convirtió en taxista, anteponiendo su autonomía a cualquier otra consideración: él establecería su propio ritmo de trabajo. Así vive.

A. aprovechó la conversación y la locuacidad de conductor para sondearle sobre la posibilidad de participar en alguno de los másters en que trabaja, donde podría mostrar su experiencia su modelo de gestión sostenible en cuanto a aspiraciones y recursos. Se intercambiaron teléfonos y direcciones.

Nos despedimos en el centro sanitario al que nos dirigíamos. Pasamos la consulta prevista y, mientras esperábamos la confirmación de una próxima cita, recibimos una llamada telefónica: era él. Nos dijo, y tenía razón, que había dejado el teléfono en el asiento del taxi, que lo habían encontrado las personas que requirieron sus servicios después de nosotros, y que podía llevárnoslo si seguíamos en el lugar en el que nos habíamos despedido.

Una vez aparcado ante el propio hospital, y cumplidos nuestros objetivos en el centro, le pedimos que nos devolviera a casa. Sorteamos el sistema de asignación de taxi y conductor que establece las empresas de VTC y repetimos el viaje en sentido inverso y la conversación en sentido progresivo. A. y el conductor quedaron en hablar cuando comience el curso.

Tras el susto de la experiencia experiencia anterior, el contrapunto de un viaje gratificante. ¿Casualidades?

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