¡Hay que ser burro!

Cuando Elena Valenciano sacó un viejo documento para acusar a Miguel Arias (Cañete) de machista, algunos pensaron en una artimaña política para desacreditar al oponente. Apenas doce horas después, Cañete (Miguel Arias) se encargó de pregonar que su cerebro tiene herencias que no hay plan de austeridad capaz de superarlas.

¡Hay que ser animal!:

«El debate entre un hombre y una mujer es muy complicado, porque si haces un abuso de superioridad intelectual parece que eres un machista que está acorralado a una mujer indefensa»,

Así lo dijo. Usted puede escucharlo tal cual.

Cañete, o Miguel Arias, que se conoce, que sabe que, si se deja llevar, la puede armar, que tiene un pronto que ni la mula Francis, aún no se ha dicho a sí mismo “¡hay que ser burro!”.

Aunque en un primer momento alguien le propuso al premio Pavo del año –últimamente un tanto desatendido, aunque candidatos no falten–,  su candidatura no ha sido admitida porque no se trata de un pavo, salvo que pavo y burro (con el respeto debido a los asnos en vías de extinción) fueran lo mismo; que no lo son.

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