Retrato en dos fases

Fase 1. Este es un hombre atribulado. Necesitaba un refugio donde expresar su pena. Acaba de cerrar la puerta. Ahí está, desarbolado, inerme, condolido por lo que le acontece a los demás. Naturalmente.

Fase 2. El hombre atribulado acude a compartir su solidaridad con las ovejas. Un rebaño, mayoritariamente, atento. Y él, empático, interroga.

Los retratos los ha elaborado el PP. No había mala fe.

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