Sara Mesa es ya una escritora singular que cuenta con el pleno respaldo de la crítica y de un amplísimo número de lectores. Sus libros figuran entre los más destacados del siglo XXI (Un amor, mereció el noveno en la lista de Babelia), o entre los de la última cosecha, la de 2022 (La familia ocupó el primer puesto entre todos los publicados en español en El Cultural de El Mundo, y el segundo en el ya citado suplemento de El País). El reconocimiento ha alcanzado a los lectores. De La familia se llegaron a hacer cuatro ediciones en los tres primeros meses posteriores de su publicación. En este Lagar ya fue reconocido el interés de Un amor, en una reseña titulada Un libro que anuncia lo que niega.
En línea con aquel comentario La familia (Anagrama, 2022) se podría resumir como el libro que narra lo que esconde –tal vez mejor, lo que se esconde. El lector debe recomponer el cuadro a través de insinuaciones y sugerencias, de detalles y matices, que replican el orden establecido a través de unas convicciones virtuosas que degradan a los personajes y a sus propias relaciones.
Sara Mesa describe a La familia como un retablo de personajes sencillos, descritos con trazos tenues y amables desde los que surge el conflicto y la disidencia. La novela es, también, un puzle de situaciones inocentes y cotidianas, que remiten a momentos ajenos a un tiempo concreto o único. A través de esos personajes y situaciones, con un tono pausado y leve, se desvela la falsedad de los valores que niegan la espontaneidad y la vida. Así se desmonta o se precipita el artificio de un tiempo y un mundo sofocantes. Lo hace a través de la ingenuidad más que desde la firmeza, mediante la corrosión progresiva y natural del entorno en el que se ven forzados a vivir.
El libro no es un tratado y carece de moraleja. No está cerrado. No esboza una salida a la que aferrarse. Deja al lector en la responsabilidad de establecer los lazos, en ocasiones apenas esbozados, que aporten respuestas a todo lo que queda abierto. Por eso, La familia invita a recomponer lo que se anuncia, pero también lo que se esconde.
Esta vez a este lector, durante muchos momentos, este libro sí le enamoró.