Baumgartner es un hombre tierno y emocionante cuya vida transcurre entre la llegada del fascismo hitleriano hasta bien entrado el siglo XXI. Esos elementos, el personaje y su contexto, protagonizan la novela más reciente de Paul Auster, en la relata las peripecias de un profesor de Filosofía que acumula experiencias y, sobre todo, relaciones personales que trasladan emoción a sus saberes.
La ternura de Baumgartner recorre toda la novela. En ella se van tejiendo experiencias y recuerdos, hechos vividos por personas más o menos afines, testigos que ayudan a entrelazar elementos muy diversos en un relato sencillo y complejo, fruto de un narrador excepcional y a estas alturas indiscutible: Paul Auster. Su novela se titula, obviamente, Baumgartner. (Seix Barral 2024).
El amor y la pérdida, el dolor y la memoria gozosa invitan al lector a compartir el ansia de vivir mediante un relato en espiral, donde se entrelazan reflexiones y experiencias, recuerdos y deseos, contextos y evocaciones íntimas. Después de un texto mayor (4 3 2 1), Paul Auster ha encontrado en Baumgartner un personaje que anima a vivir con sus recuerdos y, también, con sus oportunidades.
El novelado Baumgartner evoca al personaje Auster. Si el ficcionado reivindica la memoria como un refugio que estimula el presente, el escritor –fallecido el pasado mes de mayo– anima en su última novela a la supervivencia gozosa e íntima de quienes alguna vez encontramos refugio en sus escritos.
