¿Complicado o complejo? Radical

Acabo de leer el libro de un amigo, Paco Medina. No es un debutante. Tras su excelente trayectoria profesional como periodista, acarrea a sus espaldas buen número de publicaciones de muy diversa índole, en su mayoría relacionadas con su interés por asuntos tan complejos como las relaciones internacionales, los servicios secretos, el 23F… Algunos de ellos, puro periodismo de investigación y referencia imprescindible para comprender periodos o momentos decisivos de la historia española, y de todo lo que ha venido después, como 23F: La Verdad (Plaza y Janés 2006).

Retirado de esos menesteres periodísticos más o menos inmediatos, aunque en todo caso con repercusiones aún vigentes, Paco ha seguido explorando asuntos y géneros muy dispares. En ese ámbito hay que situar Qualia. A la búsqueda del DJ melancólico, una trama autoeditada y distribuida por Amazon en la que se entrecruzan el espionaje y el esoterismo, la intriga y la reflexión sobre la sociedad, las contradicciones latentes y los intereses enconados, la pugna por el poder y el desprecio a la naturaleza, los bajos fondos de la sociedad y la incapacidad para alumbrar un nuevo paradigma, el posthumanismo y el primitivismo, el género negro y el apocalíptico, la búsqueda de nuevas opciones individuales y colectivas entre modelos enfrentados, entre la razón, la ambición y la escatología. Sin rehuir algunas referencias a la actualidad, como la breve y postrera aparición de Benjamin Ben Netanyahu, tal vez para destacar que la ficción alimenta la realidad.

No se trata de una nueva narrativa sino de una intriga llevada al extremo para explicitar las contradicciones de realidades diversas y de análisis unívocos. ¿Muy complicado o muy complejo? Sobre todo, radical. Pero esa parece ser la opción de quien antes se movió entre las contradicciones de una realidad que, asumida como lógica o inherente al sistema, ahora deriva hacia la búsqueda del más allá de cualquier convención.

Hay que echarle valor para afrontar ese contubernio.

Para que el amigo del autor que suscribe este comentario pueda avalar su independencia de juicio, que conste una discrepancia: el escaso cuidado de la edición (¿cosas de amazon?). Y en el extremo opuesto, el sugerente diseño de la portada, obra de Salma Medina.

¿Cuál será, Paco, la próxima sorpresa?

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