Contradecirse era, hace algún tiempo, un pecado político capital. Últimamente las contradicciones orientan la vida pública. Sin matices. ¿Cómo se puede orientar el ciudadano en esa melé?
Mazón no requirió al Gobierno español que asumiera la respuesta a la dana. Moreno Bonilla, tampoco. Los dos hicieron lo mismo, pero el superior de ambos, Núñez Feijóo, había asegurado que él, de haber estado en el puesto de Pedro Sánchez, habría asumido el mando pleno frente a la catástrofe en Valencia. Ahora, por supuesto, apoya sin reservas a Moreno Bonilla por haber afrontado todas las competencias sin trasladar responsabilidades al Gobierno español. ¿Lo uno o lo otro?
Mazón ni se enteró de las alertas, pero derivó la responsabilidad a la AEMET y al Gobierno español. Moreno Bonilla estuvo pendiente de ellas, dispuso medidas y recabó ayudas. Bien es cierto que al andaluz le ha servido, y mucho, la experiencia del valenciano.
Mazón llegó muy tarde e ignoró las advertencias de la AEMET. Moreno Bonilla estaba avisado no tanto por la AEMET como, sobre todo, por el desastre de Mazón. La actitud de Moreno Bonilla respalda a Sánchez, mientras que la de Mazón pone en evidencia a Feijóo.
Nota. Al día siguiente de escribir esta nota, leo en El País esta crónica de Ángel Munárriz: Gestión de danas: la comparación castiga a Mazón y quita argumentos al PP.