
Me levanto con la acidez provocada por el Informe Semanal de la noche del sábado. Deberían trasladarlo a otra hora menos indigesta. Es lo único que se me ocurre.
Repaso:
Empieza el programa con un reportaje sobre la imputación de la infanta que no es lo que parece, porque desde el primer instante ya se advierte de que no está imputada hasta que el juez lo determine después de la comparecencia que por el momento no se producirá y que, si se produjera, que no debería, será un sinsentido del juez, al que nadie, absolutamente nadie de los comparecientes en el reportaje, apoya.
Luego, un reportaje sobre una semilla de maíz, no se sabe si transgénica, que mejora el rendimiento del cereal en comunidades indígenas y depauperadas de Guatemala. Ni las imágenes ni el contenido pueden ser más pobres. Más aún, muchísimo más, porque del reportaje no hay más culpables que los propios autores.
Y para terminar, la apoteosis: Julio Iglesias: un genio al que rendir tributo.
Firmado Jenaro Castro. TVE. RTVE.
Se recrudece la acidez. Vomito todo el programa. No tenía fecha de caducidad, tampoco fecha recomendada, pero olía a 50 años, por lo menos. He tenido que echar amoniaco al inodoro.
Escribe un ciudadano del que nada sé, salvo la cita publicada que repito:
“Recortes en Ciencia: 600 millones. Recortes en Religión: cero euros. Cuando tengas un cáncer, a rezar. No faltará un cura que acuda a darte la extremaunción”.
Una estrategia coherente en tiempos de crisis: invertir en el más allá. Pura lógica.
A Alonso Villalba Martín, que escribe al director de El País desde León, tampoco le conozco. Dice:
¿Algo que objetar?
