Nietzsche, Kafka, Rilke, Brecht y Benjamin forman el eje de la trama. No es fácil imaginar un libro, tal vez una novela, basado en esa red. Menos aún si está tejida con escritos como la autobiografía de Nietzsche Ecce Homo; el ensayo de Benjamin sobre Kafka, El testamento de Rilke o el relato kafkianoEn la colonia penitenciaria. Y todo ello entre las partidas de ajedrez que alguno de ellos jugaba o las que mantiene el propio autor de Duelo de alfiles, el ibicenco Vicente Valero, mientras pretende descifrar y entender a aquellos referentes de la cultura y el pensamiento actuales viajando a los lugares –la isla de Fionia, Munich, Turín, Berg am Irchel– que les marcaron. A sabiendas de que “hasta dónde te puede llevar una partida siempre es un misterio”.
Su interés por Walter Benjamin ya había dado pie a algunos trabajos anteriores, pero en esta ocasión Vicente Valero afronta un reto singular: buscar a la manera de un peculiar detective los encuentros y las distancias de unos autores fundamentales en el tiempo entre las dos guerras mundiales, un periodo al que muchos aluden para entender el momento actual. La biografía y la obra, la anécdota y el trasfondo político y filosófico, se interrelacionan con la búsqueda y el juego, con el afán, tal vez, como se repite en algún momento, que “salir de aquí, esa es mi meta”.
Y ocurre que este libro tan complejo se recorre de manera apacible gracias a la habilidad narrativa de un autor que ya posee un bagaje suficiente para ser reconocido y seguido. Premio Loewe de poesía, ha continuado como novelista con Los extraños, El arte de la fuga o Las transiciones. Por todo ello, y en especial por Duelo de alfiles, Vicente Valero ha afianzado un espacio literario reconocible y singular.