
Me sorprende el mensaje de un amigo que incluye esta conversación:
El diálogo propone una reflexión: ¿en manos de qué algoritmo vivimos?
Solo le falta a la propuesta un requisito que en este tiempo a muchos les puede parecer menor: que el chascarrillo fuera verdadero. En cualquier caso, invita a la sonrisa y a la advertencia.
