Cuando cualquier minucia sirve para la bronca, los asuntos relevantes conducen al espanto. Las elecciones gallegas son un ejemplo del disparate: los asuntos supuestamente relevantes para la sociedad gallega parecen ajenos al debate público. De norte a sur: el narcotráfico en Barbate y sus alrededores irrumpe, con crímenes incluidos, en la conversación, pero no como una grave cuestión pendiente sino exclusivamente como arma acusatoria.
El Gobierno central se implica hasta el fondo en la disputa electoral, pero dimite de su responsabilidad eludiendo explicaciones, compromisos y hasta su deber de empatía con las víctimas vestido de chaqué y pajarita en los premios Goya. El PP, desconcertado por sus propias contradicciones, apenas asoma la cabeza, temeroso de que su líder reaparezca a bordo de una barca con un narcotraficante al timón.
En este asunto, hoy la Costa del Sol se asemeja a lo que fue la comarca de Arosa. Mejor callarse.
Callarse, pero no ignorar. Algunos han hablado con conocimiento de causa:
Nacho Carretero: Impunidad y cultura.
José Juan Téllez. Barbate se rebela tras un largo silencio ante los narcos.
Cadena SER: entrevista a Juan José Téllez.
Y ahora, hablemos.
