De lo dicho a lo redicho

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros pregunta un periodista que se identifica como redactor de El Español:

  • ¿Cuándo van a terminar las ruedas de prensa de los sábados del presidente del Gobierno?

Lo dijo así, pero, en realidad, se entendió de otra manera:

  • ¿Cuándo coño van a terminar las putas ruedas de prensa del presidente del Gobierno?

Si hubiera sido “¿Cuándo el presidente del Gobierno va a responder estrictamente a las preguntas que se le hacen en las ruedas de prensa?”, la interrogación habría resultado pertinente, pero tal y como la formuló parecía invitar a que el susodicho presidente se escondiera en el cuarto trastero y, desde allí, decidiera. Sin explicaciones.

Lo malo era que no existía tergiversación, porque lo entendido era exactamente lo expresado.

Que dios libre a los periodistas de los periodistas. O, al menos, de sus medios.

Artículo anteriorResidencias: ni lucro ni caridad
Artículo siguienteLa custodia en-to-lo-alto