El pugilato de la izquierda

A propósito de las muchas tensiones habidas en el seno del Gobierno o de la incapacidad de la izquierda para alcanzar compromisos que hagan viable su influencia en el futuro inmediato o próximo.

¿Cuándo entenderán los partidos de izquierda que a la izquierda la une y la distingue, incluso de puertas para adentro, el raciocinio, no el griterío? ¿O que la izquierda solo puede sacar sus proyectos adelante desde el compromiso, sin descalificaciones internas ni pugilatos externos? ¿O que más vale argumentar las decisiones propias que descalificar las ajenas, porque se gobierna para y con los ciudadanos, no contra los que piensan distinto?

¿Un pensamiento naif? Difícil demostrarlo, mientras no se prueben sus resultados.

Primero, pensar. Y luego, razonar, debatir e incluso rebatir, pero no descalificar. No conduce a nada, salvo al encono. Sin pugilatos, el espacio de la izquierda no se dirime en el ring.

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