La pandemia provoca situaciones extrañas y agrava la desigualdad que sufren multitud de personas, desposeídas de los más elementales medios y derechos, en una sociedad en la que prima el interés económico y que se radicaliza en entornos donde la raza, la religión, el idioma e incluso la cultura subrayan las diferencias sociales y el agravio de los poderosos. Petros Márkaris aborda una vez en su último libro, Cuarentena (Tusquets 2022) asuntos en los que ya ha reincidido a lo largo de amplia trayectoria vital y literaria.
Esta vez no se trata, sin embargo, de una novela negra o un relato policiaco. Cuarentena es un compendio de varios relatos breves. En algunos reaparece el agente Jaristos, protagonista de buena parte de la producción de Márkaris, aunque ahora condicionado tanto por los casos que se le plantean como por los procedimientos policiales a los que la realidad implacable de la pandemia impone. En otros, lo policiaco cede paso a un relato más abierto como el del Centro de refugiados de coronavirus y a Los tres caballeros, otra alegoría protagonizada por tres personajes de carne y hueso que responden a los nombres de Sócrates, Pericles y Platón; un divertimento. Para el final queda una pieza diminuta pero cargada de sugerencias: La taberna de Karaguiosis.
Un libro entretenido e instructivo con el sello de Márkaris. Su mayor pretensión consite en invitarnos a pensar en lo cotidiano para no eludir la realidad más profunda en función de los fenómenos atmosféricos. En última instancia, ellos son parte inevitable de la vida y ayudan a entenderla.
