En una semana, primera cita electoral. El año viene cargadito: hasta cinco convocatorias en ocho meses. ¡Toma sociedad abierta, participativa…!
La realidad camina en dirección contraria. En estos periodos la política se convierte en un juego de estrategia. Los ciudadanos son fichas y como tal se les trata.
Hay motivos para creer que la modorra de muchos años ha sufrido un cierto vapuleo, que la sociedad ha revivido gracias a la aparición de nuevas alternativas en la escena política, que han surgido propuestas en alguna medida estimulantes, que se han inventado candidatos merecedores de respeto…
… pero el tono general sigue siendo el de siempre, incluido el de los nuevos grupos, más o menos emergentes: la política, siempre supeditada al marketing, se convierte en los periodos electorales en un mero juego de estrategias.
Los ciudadanos son fichas.
Tienen valor porque hacen ganar o perder la partida, lo que les importa.