14 de diciembre de hace diez años. Después de un par de meses ajetreados por las presentaciones del libro que narraba su propia historia; después de una historia de 90 años cargada de alegrías siempre compartidas y de sufrimientos desgarradores, soportados también en compañía; después de todo ello, murió Esperanza Pérez Labrador. Una mujer que reivindicó la esperanza que su nombre proclamaba con una insobornable dignidad.
Hoy, diez años después, recuerdo lo que escribí aquel día para su publicación en El País (15 de noviembre de 2011) y lo que algunas fechas antes había contado en la presentación del libro que recogía el testimonio de una mujer emocionante. En este tiempo su legado lo ha enarbolado Manoli, hija y compañera, empeñada en reivindicar la esperanza aún sin Esperanza.
Nota. Al recordar en esta fecha a Esperanza hemos querido poner a disposición de todas las personas interesadas sus propios testimonios en los actos relacionados con la publicación del libro Esperanza, así como los de las personas que quisieron acompañarla en aquellos momentos o quienes contribuyeron a difundir su historia y sus valores.