Israel. ¿Cabe en estos tiempos la esperanza?

Cuando Israel estalla y amenaza con llevarse al mundo por delante, en un afán más propio de cuatreros que de diplomáticos, conviene acudir a fuentes responsables.

La búsqueda viene de lejos, desde que se celebró la Conferencia de Paz de Madrid en el quicio de octubre y noviembre de 1991. En ella descubrí a Slomo Ben Amí y a algunos militantes del movimiento israelí Paz Ahora. Ellos han alimentado, hasta hoy, la esperanza en Oriente Próximo.

Con esas referencias leo a Sami Naïr, confiado en que aportará criterios para entender y, ojalá, esperar. Lo ratifica su artículo en El País sobre La impotencia culpable de la UE. Su reflexión no alivia, porque contra la sensatez no cabe la esperanza. Sin embargo, resulta necesaria.

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