Bill Keller, ex-director de The New York Times, publica en El País un artículo titulado Cómo llenar los huecos. en el que explica cómo la magia de Obama, con la que ilusionó a muchos norteamericanos (también a muchos extraños) se transformó en un ejercicio de difícil comprensión. Y que, aún así, podría haber sido peor. Pero esto no se aprende, se experimenta. A posteriori.