
“Acaba de cumplir 90 años” y sus reflexiones siguen siendo necesarias. Entre el inicio de la entrevista con Zygmunt Bauman que Ricardo de Querol publica en Babelia/El País y la conclusión final de su lectura, resumidas en las dos frases yuxtapuestas de este artículo, quedan una cierta decepción por el planteamiento encorsetado de las preguntas (buscan lo sabido) y algunas respuestas que, pese a ello, merecen un hueco en la reflexión cotidiana.
Estas son algunas:
“Lo que está pasando ahora, lo que podemos llamar la crisis de la democracia, es el colapso de la confianza. La creencia de que los líderes no solo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces. Para actuar se necesita poder: ser capaz de hacer cosas; y se necesita política: la habilidad de decidir qué cosas tienen que hacerse. La cuestión es que ese matrimonio entre poder y política en manos del Estado-nación se ha terminado. El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes. La política tiene las manos cortadas. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas. Es lo que está poniendo de manifiesto, por ejemplo, la crisis de la migración. El fenómeno es global, pero actuamos en términos parroquianos. Las instituciones democráticas no fueron diseñadas para manejar situaciones de interdependencia. La crisis contemporánea de la democracia es una crisis de las instituciones democráticas”.
(Sobre los movimientos de indignados y el 15M): “En cierto sentido pudo ser una explosión de solidaridad, pero las explosiones son muy potentes y muy breves. (…) Los líderes son tipos duros, que tienen ideas e ideologías, y la visibilidad y la ilusión de unidad desaparecería. Precisamente porque no tienen líderes el movimiento puede sobrevivir. Pero precisamente porque no tienen líderes no pueden convertir su unidad en una acción práctica”.
– Se ve.
(Sobre la situación actual en España) “El cambio de un partido por otro partido no va a resolver el problema. El problema hoy no es que los partidos sean los equivocados, sino que no controlan los instrumentos. Los problemas de los españoles no están confinados al territorio español, sino al globo. La presunción de que se puede resolver la situación desde dentro es errónea”.
– O sea, empecinados en el error.
(Sobre las reivindicaciones nacionalistas y muchos otros asuntos) “No existen territorios homogéneos. Hoy toda sociedad es una colección de diásporas”.
– Pero hay intereses y mecanismos que ocultan esa condición de diáspora en algunas sociedades. Aunaque en eso radicaba parte de su riqueza.
Zigmunt Bauman nos alertó sobre la sociedad líquida. Frente a ella reclama la necesidad de afrontarla desde la complejidad.
