30–07–2023. Sumar, la formación que trata de controlar Yolanda Díaz, no lleva en su seno un elefante avizor, sino un alacrán muy voraz, capaz de suicidarse en su afán de envenenar a todos los sumandos de la tripulación. La formación trató de minimizar los riesgos apartando de la suma a algunos ejemplares del bando más renuente de los escorpiones. Pero las verdaderas sabandijas no reniegan de su sino voraz, aunque autodestructor.
Podemos ya ha advertido de que se reserva el derecho a disentir, y a expresar su disentimiento respecto de las líneas que pueda fijar su propio grupo parlamentario. La izquierda ha actuado tantas veces de ese modo que muchos de sus próximos se han visto impelidos con frecuencia a buscar consensos en grupos menos afines, aunque más estables.
– Lo de Podemos en Sumar suena a jaula de grillos y obliga a desconfiar de una izquierda incapaz de sobreponerse a los egos personales.
Me lo soltó, de repente, una amiga que participó en las acampadas de la Puerta del Sol que abrieron la puerta electoral a Podemos.
– A este paso, me vuelvo al PSOE… para no perder el tiempo. Prefiero aceptar la decepción de antemano a sufrirla como traición.
Solo pude pedirle a mi amiga: “Más despacio”.