Algo bueno deben tener las campañas electorales, aunque sea por razones absolutamente ajenas a las derivadas de su mera convocatoria. En la que andamos –las autonómicas gallegas–, al margen de debates, incomparecencias, peroratas y absurdos hay algo por lo que habrán merecido la pena: el relato de Manuel Rivas titulado Galicia es mujer.
A cambio de aportaciones similares, tal vez mereciera la pena reclamar elecciones casi diarias. Después mis recientes lecturas (Eduardo Mendoza, Luis Landero…), reivindico esta breve reflexión de Manuel Rivas y aguardo la pronta llegada de Gonzalo Hidalgo Bayal.
Con tales argumentos la precampaña, la campaña y la postcampaña se sobrellevan un poco mejor.
P.D. Reconozco mi debilidad ante la narrativa de Manuel Rivas: un escritor que habla bajito.