Los verdaderos privatizadores

¿Servicios públicos de gestión privada, públicos de gestión publica, de colaboración público privada?

Hablemos de sanidad, de educación….

¿El servicio público puede ser un negocio privado? ¿Qué otra cosa es cuando se pone en manos de empresas con evidente ánimo de lucro?

Y sin embargo,

¿Se puede sostener el servicio público sin garantizar la eficiencia de los recursos disponibles? ¿Sin un control eficaz que penalice la indolencia, el absentismo, la endogamia o la corrupción, cuando se produzcan?

El servicio público de la sanidad o la educación fracasa con frecuencia por la ineficiencia o la laxitud de algunos responsables con cargos orgánicos medios o altos. ¿O no?

Y entonces, ¿por qué se ampara o se consiente la falta de control o de exigencia de esos funcionarios? Ellos son los verdaderos privatizadores.

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