Hubo alguna vez ministro de cultura que sabía de la cosa. Javier Solana, Jorge Semprún, Jordi Solé Tura, Carmen Alborch… Luego, el vacío hasta José Guirao, que duró lo que duran dos hielos en un whisky on the rocks. ¿Quienes tienen la responsabilidad de conformar gobiernos saben qué es la cultura o la política cultural? ¿Y de su importancia? Pedro Sánchez, después de elegir a Màxim Huerta, lo dejó clarísimo: hasta entonces no se le había ocurrido pensar en Guirao. Rectificó a la primera oportunidad.