Las elecciones resolvieron poco y complicaron mucho. La jornada de reflexión, aunque no sirva para nada, deberá prorrogarse durante semanas o meses. Por si no teníamos bastante con unas elecciones en pleno verano, podemos tener otras en plenas navidades. Como si las elecciones estuvieran asociadas naturalmente a las vacaciones. Habrá que habituarse al voto por correo. ¡Más carteros!