Olga Viza
“Ella hizo de su nombre una actitud ante la vida. Una vida que no podía imaginar ni el más desalmado de los novelistas.”
Iñaki Gabilondo
“Todos los elementos que aquí se cuentan, todos los valores que aquí se expresan, todos los valores que están detrás, hasta en la propia conclusión de este libro, son los valores que estamos necesitando, que están ahora ocultados y que convierten por tanto este libro en imprescindible”.
“En este momento, en el que parece que los seres humanos han desaparecido, y todo son números, y todo son tantos por cientos, y todo son ebitdas y todo son coeficientes, como si la vida humana hubiera desaparecido y se hubiera convertido casi en una sombra al fondo del paisaje, que aparezca una obra en la que un ser humano es el centro de gravedad, tiene de pronto un carácter benéfico, como si se hubieran abierto las ventanas de par en par, estuvieran siendo espantadas las telarañas y comenzara de nuevo a circular el aire libre, el aire fresco, el aire de los valores que necesitamos. La vida de un ser humano y su palpitación de pronto se convierte en algo extraño. ¿Qué hace un ser humano y su palpitación? ¿Pero todavía hay seres humanos y palpitaciones? ¿No había quedado todo aplastado por coeficientes y ebitdas y tantos por ciento?”
“Este libro me parece a mí muy emocionante. Lo he leído con mucha emoción, porque la emoción es contagiosa, y la emoción de Jesús es contagiosa, y la emoción de la vida de Esperanza es contagiosa.”
(Dicho en la presentación de la conferencia de prensa de presentación del libro)
Baltasar Garzón
“Al recordar a Esperanza Labrador no puedo evitar que las lágrimas me enturbien la vista y el recuerdo. No es posible sufrir tanto dolor y mantener la dignidad. Perder a su marido, dos hijos y una nuera y presentarse firme exigiendo justicia es algo que te reconforta y te hace avergonzarte por todas las veces que has tenido dudas o desinterés por la justicia.” Un mundo sin miedo, Baltasar Garzón