En el tiempo de silencio de este Lagar pasó por nuestras manos un libro escrito con la voluntad de entendernos. En una época dada al griterío, la bravuconada y el desaire, a Xavier Vidal-Folch, le dio por preguntarse sobre algo que le afectaba con el propósito de que, entendiéndose, pudiéramos entendernos. Y así apareció ¿Cataluña independiente?, publicado por Catarata y Fundación Alternativas.
Desde entonces a Xavier le llaman para que intervenga en algunas tertulias, aunque su voz grave (por el tono y el creciente pesimismo: la peor de las hipótesis previstas por él gana enteros cada día en el mercado de la política nacional, de uno u otro signo) se vea desarbolada con frecuencia por el chirriar de los argumentos más insensatos.
Al ritmo que camina este alboroto, tal vez haga falta que Xavier aborde una nueva edición, más que corregida, aumentada de su texto, aunque en el que tenemos ya se ofrecen suficientes hechos y reflexiones para pedir un receso, darnos una ducha de agua fría y tranquilizarnos, todos, un rato.
¿Cabría pedir que, antes de volver a la pelea pasional, unos, otros y cualquiera que desee añadirse pensara que hubo alguna vez algo, por pequeño que fuera, que tal vez no estuviera del todo bien? Y si se diera el caso, ¿cabría pedir que, antes de volver a la pelea pasional, unos, otros y cualquiera ya añadido pudiera reconocer que hubo errores propios y alguno de ellos no menor? Y si se diera el caso, ¿cabría pedir que unos, otros y todos los demás pudiéramos conversar?
¿O damos por supuesto que no podemos entendernos? Contra esto, me parece, escribió su libro Xavier Vidal-Folch. Y cada vez resulta más evidente lo doloroso de su intento y, quizás, también se vea más próximo el fracaso de su intento.
Sin embargo, quizás seamos muchos los que no nos merecemos esto, aunque hayamos opinado, dicho e incluso escrito algún pequeño, mediano o grande disparate al respecto.
La voz grave de Xavier, la de su libro, lo recuerda; si queremos enterarnos, por supuesto.