Paradojas liberales

Los EREs, los ERTEs y hasta los PERTEs requieren la colaboración, amén de la aprobación, del Estado. Utilizan fondos y recursos que salen de las cuentas públicas.

Esas cuentas tienen beneficiarios netos. Por un lado, las personas afectadas directamente, como es lógico, por los expedientes. Pero, por otro, personas que pasan desapercibidas.

En una reunión informal con el entonces presidente de Telefónica, César Alierta, le preguntamos cómo era posible que una empresa con beneficios tan nítidos despidiera, mediante eres, a tantos trabajadores y de manera tan periódica.

– Porque de eso justamente dependen los beneficios.

Aquel día aprendimos, sin vacilaciones, que los eres lastran la economía pública pero engordan los ingresos de los accionistas y… de los más altos y gruesos directivos.

Paradojas liberales.

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