El abuelo Juan de Dios viajó al extranjero. Allí estudió y desde allí reflexionó sobre sus orígenes, el valle de Santa Eulalia, en Callahuanca (Perú). Desde la distancia y el conocimiento comprendió que la naturaleza les había regalado un clima excelente y, sobre todo, agua, mucha agua. No tenía sentido buscar la prosperidad en otra tierra cuando la suya les ofrecía aquella ventaja.
El padre insistió en el valor del cultivo orgánico, del respeto a la tradición y a la familia, del esfuerzo. En torno a esos valores convocaba a sus nueve hijos para explicarles lo que en muchos casos, sobre todo los más pequeños, aún no podía entender. Todos ellos grabaron un mensaje: no abandonéis esta tierra, porque de ella podréis vivir.
Sin embargo, los nueve hermanos Villanueva estudiaron sus propias carreras, pero, concluido el estudio, siguieron la consigna paterna. Dejaron sus trabajos, se encerraron en la finca familiar, canalizaron el agua, plantaron chirimoyas y otros productos orgánicos, crearon una piscigranja e incluso, aprovechando los restos arqueológicos, desarrollaron un centro etnoturístico.
La historia de la familia Villanueva forma parte del documental Perú sabe: la cocina, arma social, que, producido por Media Networks Latin America y Tensacalma, protagonizado por Ferran Adrià y Gastón Acurio, con guión y dirección de Jesús M. Santos, se estrenará en Lima el próximo 8 de junio.