Renzo Peña es huérfano de padre desde muy niño. Sus tíos, mineros en la sierra peruana, le educaron en el esfuerzo y le indujeron al deporte. Jugaba al fútbol de extremo y lo hacía tan bien que un equipo de Cuzco, de la primera división, le incorporó a su plantilla. Era su pasión, aquello para lo que se había forjado: el esfuerzo, el trabajo en equipo,la superación.
Sin embargo, por su cabeza se cruzó la idea de ser cocinero y eso le llevó al Instituto de Cocina de Pachacútec, donde ahora, con 20 años, concluye sus estudios.
Quiere ser uno de los cocineros del futuro de Perú, defensor de los productos de su país y de todas sus regiones, impulsor de una gastronomía que defienda lo autóctono y resalte la pasión y el esfuerzo que comparte en el desierto brumoso de Ventanilla, Lima, con unos compañeros también abnegados y entusiastas. Allí, en algunos ratos, Renzo se distrae con un balón, pero sueña con la cocina.
La historia de Renzo forma parte del documental Perú sabe: la cocina, arma social, que, producido por Media Networks Latin America y Tensacalma, protagonizado por Ferran Adrià y Gastón Acurio, con guión y dirección de Jesús M. Santos, se estrenará en Lima el próximo 8 de junio.
