Sánchez y la ley del solo el sí es sí… ¿Los efectos no deseados eran imprevisibles? ¿No sabían que la modificación de las penas afectaría a las personas condenadas? Imposible. Si la variación de las penas se consideraba razonable y positiva –en definitiva, mejor que la anterior–, ¿por qué negarle su aplicación a quienes ya habían sido condenados con otras leyes? ¿Por qué este lío, si no va a perjudicar para nada a los actuales “beneficiarios” de la nueva ley? ¿Y para qué hemos gastado tantos litros de saliva?
¿Es delito considerar a los ciudadanos gilipollas, aunque lo seamos? Pues tales para cuales.
…mañana por mí
Podemos se ha empeñado en ser Ciudadanos. Envueltos en sus contradicciones aseguran que hay que mirar hacia adelante mientras ellos corren marcha atrás. Del éxito indiscutible al fracaso irrefutable. De la radicalidad a la irrelevancia. Lo explicó el disidente Íñigo Errejón y las encuestas lo corroboran. Podemos cavó su propia tumba. ¿O fue Pablo Iglesias? Lo peor del caso es que perdemos todos los que dudamos.
