Peluches sobre el césped. Los lanzan los aficionados del Betis en vísperas de Navidad. Parece bonito. Se supone que quienes lo contemplan sienten la emoción que provoca esa demostración de solidaridad con los niños en riesgo de exclusión. Muchos de esos sentimentales, incluidos lo donantes de muñecos, mañana reclamarán pagar menos impuestos. Y cuando toque votarán a algún partido de derechas. ¡Feliz navidad, por los peluches!