Inspirado en igual medida por el huracán Katrina, Buster Keaton, El Mago de Oz y el amor por los libros, «The fantastic flying books of Morris Lessmore» (cortometraje animado de 2011 dirigido por William Joyce y Brandon Oldenburg) es una historia de personas que dedican su vida a los libros, libros que a su vez les devuelven el favor, una alegoría conmovedora y humorística sobre los poderes curativos de la historia. Para su realización, los creadores emplearon diversos estilos de animación, stop motion, imágenes generadas por ordenador y la animación tradicional simulando las películas mudas y musicales en Technicolor.
Fue galardonado este año con el Oscar al mejor cortometraje de animación. La intención es que tuviera una duración máxima de siete minutos, pero los artistas se dieron cuenta que no podían disminuirlo a menos de quince sin «perder todo su impacto emocional».
