
Hasta el president de la Generalitat habla del president Puigdemont, como si lo de Pere Aragonés tuviera carácter provisional o fuera fruto de una impostura. Es verdad, no obstante, que en los últimos años estamos habituados a extrañas duplicidades: dos papas, dos reyes…, pero en esos casos los depuestos –más allá de otros asuntos- ahogan su irrelevancia pública bajo el eufemismo de eméritos.
Por si cabía alguna duda respecto a la catadura del más ilustre de los exiliados de nuestro entorno, se recomienda la carta que Pilar Urbano dirige a la directora de El País para despejar algunas interpretaciones relacionadas con el que fuera Molt Honorable President.
Dice así:
«Precisión de Pilar Urbano a Carme Forcadell. En EL PAÏS de el día 1, los periodistas Ana Pantaleoni y Camilo S. Barquero preguntan a Carme Forcadell «¿De verdad cree que Puigdemont fue un cobarde». La política catalana responde: «Nunca dije eso. Aprovecho ahora para desmentir a Pilar Urbano y el artículo en El Español», aludiendo a una larga conversación que mantuvimos –cristal por medio– en El Callart, donde Forcadell estaba presa. Ciertamente ni Forcadell ni yo aplicamos a Puigdemont el adjetivo «cobarde», pero en aquella charla, refiriéndose a él, Forcadell sí empleó diversos términos que los periodistas pudieron entender como sinónimos de cobardía. Cabalmente lo eran. Reproduzco algunos: «El 155 funcionó, y Puigdemont se arrugó, se asustó, temió las consecuencias, le dio miedo la cárcel y no se atrevió a declarar la independencia, cedió a las presiones y nos decepcionó a todos con aquella ‘declaración de independencia… a la nada’. Papel mojado. Ël ya tenía su decisión de fuga. Además, el president mintió a sus consejeros. Los citó: «El lunes, 30, cada uno en su despacho». Pero él no apareció. Estaba muy lejos, en Bélgica. Se fugó el domingo 29″. ¿Es errático traducir todas esas expresiones como cobardía? Pilar Urbano. Madrid».
Tal vez no tenga mucho interés la respuesta concreta a la pregunta final de la periodista. Tampoco el debate periodístico y endogámico implícito. Pero sí la tiene la argumentación y el relato de hechos de quien respondió a la periodista. Porque ilustra.
